Chimalhuacan – Estado de Mexico
Después de meses de ir y venir a la oficina, gestionamos nuestra primera ubicación ideal dentro de CDMX y el área metropolitana: Chimalhaucan. Un lugar en el Estado de México donde la forma de vida de la clase trabajadora y su gente es muy tangible. Lugar donde logramos acercar a las personas algo innovador y atípico para ellos.
Plaza Tlacaelel, sitio donde podemos ver la Escultura del Guerrero Chimalli y una fuente que fue encendida con su juego de música y baile para engalanar la presencia de “La cabina de la verdad”.
El primer día en que trabajamos junto con Yama Films, quien durante todo el día realizó varias entrevistas con las personas que ingresaron a la cabina
Hacia el final del día, habíamos oído que podían encender la fuente si queríamos, así que les preguntamos y, con muchas dudas, finalmente la encendieron para que pudiéramos grabar. Lo que siguió fue impactante: la música sonó y las luces pasaron por la plaza y 30 pies de altura de agua sincronizada rebotaron alrededor. Después de 5 minutos, y un poco por temor a empapar la cabina, les pedimos que se detuvieran.
After months of going back and forth to the office, we managed our ideal first location within the greater Mexico City area: Chimalhaucan. A location in the Estado de Mexico where the working class and working class way of life is very tangible. The Truth Booth seemed to be to be something innovative and atypical for the residents.
This was Plaza Tlacaelel, a site where we can most notably see the sculpture of the Chimalli Warrior by Sebastian.
This was the first day we worked together with Yama Films, who throughout the day were conducting various interviews with people who entered the booth. And flying a drone overhead.
Towards the end of the day we had heard they can turn the fountain on if we wanted, so we asked and with much hesitance they finally put them on so we could record. What followed was shocking: music blared and lights flashed across the plaza and 30 feet high streams of synchronized water bounced around. After 5 minutes, and slightly for fear of soaking the booth, we asked them to stop.